El CPI Ana Mª Navales, ubicado en el barrio de Arcosur de Zaragoza, desarrolla desde sus inicios una propuesta educativa innovadora basada en los procesos competenciales, escenarios y contextos de aprendizaje. En este marco pedagógico surge el proyecto “Libro de la Selva: un aula abierta de convivencia, naturaleza y ciudad educadora”, que convierte un espacio municipal cercano como es el Parque Libro de la Selva en un recurso comunitario y educativo de gran valor.
El parque, concebido como zona verde y de encuentro en el barrio, cuenta con una notable diversidad de flora y fauna autóctona (aves, reptiles, insectos y especies vegetales). A lo largo del curso 2024-2025, el centro ha realizado visitas periódicas con distintos grupos de Infantil y Primaria para fomentar el contacto directo con la naturaleza, la convivencia escolar y el sentimiento de pertenencia al entorno.
El proyecto se ha estructurado en tres grandes líneas de actuación:
- Conocimiento del ecosistema local: observación e investigación de las especies animales y vegetales del parque, con la elaboración de fichas, vídeos y audios explicativos. Estos materiales han sido vinculados a códigos QR situados en distintos puntos del itinerario natural, creando así una experiencia educativa accesible para toda la comunidad.
- Convivencia y uso comunitario del espacio: el parque se ha convertido en un lugar de encuentro donde alumnado, profesorado y familias han compartido asambleas, dinámicas de cohesión y juegos cooperativos.
- Actividad física y hábitos saludables: desde el área de Educación Física se han diseñado circuitos de orientación y propuestas motrices, instaladas de manera estable para que puedan ser utilizadas no solo por el alumnado del centro, sino también por otros colegios de la zona, vecinos y visitantes.
De este modo, el Parque Libro de la Selva se transforma en un aula abierta al aire libre, un espacio vivo que trasciende los límites escolares para convertirse en un proyecto comunitario. El alumnado no solo aprende ciencias naturales, arte o educación física, sino que adquiere competencias de ciudadanía, sostenibilidad y responsabilidad social, alineadas con el ODS 4 (Educación de calidad) y los principios de la Carta de Ciudades Educadoras.
El proyecto aporta, así, una mejora sustancial en la calidad educativa del centro y del barrio, al integrar naturaleza, convivencia y tecnología con un fuerte componente de participación ciudadana.