“Esta imagen, que ya es una declaración de principios éticos, es imprescindible para comenzar a trabajar y tratar de establecer una didáctica con los niños. Es el punto de encuentro que crea una coherencia interna entre teoría y práctica. Es el cimiento sobre el que hay que sustentar todo el proyecto educativo. […]

Esta teoría de fondo  es la que nos permite valorar la coherencia (o no) de nuestras actuaciones. Sin este telón de fondo la educación cae en la trampa del “hacer por hacer.” ”

Alfredo Hoyuelos (2004, pág. 55)

La propuesta educativa del CPI Ana Mª Navales está sostenida por una escucha y una mirada atenta hacia la cultura de infancia que persigue registrar y comprender las ideas y los sentimientos de los niños y niñas para desarrollar propuestas significativas y en las que ellos sean los verdaderos protagonistas de su propio aprendizaje.

La cultura de infancia se manifiesta cuando permitimos que los niños dialoguen, se expresen y, sobre todo, sean escuchados, participando de manera efectiva dentro de la vida de la escuela.

“Imagen de niño, aquel que desde que nace es una persona, potente, fuerte y competente que desarrolla un complejo y variado sistema de habilidades, estrategias de aprendizaje y formas de relaciones con el mundo. Un niño activo, crítico y creador de cultura, con derechos y capacidades para conocer desde el comienzo de su vida.”

Loris Malaguzzi

Por eso, desde nuestra escuela, entendemos el aprendizaje como un proceso socio-constructivo que parte de las vivencias, ideas y experiencia propias de cada niño/a, y que va evolucionando al interactúar con otros y con su entorno.

El papel de la maestra/o  es clave, ayudando a los niños/as a construir su conocimiento a través de ofrecerle y crear contextos de aprendizaje significativo, acompañarles en el desarrollo de procesos competenciales y proponer actividades de vida social, cultural y natural, que los invitarán a pensar, confrontar, indagar, ensayar, reflexionar…